CÓMO TRABAJO
Cada persona es distinta, y necesita distintos enfoques, depende de los problemas y las herramientas que cada uno tiene, se desarrolla de una manera o de otra la terapia, se trata de hacer un traje a la medida de cada uno.
Mi orientación, aunque empecé por la escuela conductista – cognitiva (sigo aplicándola), a lo largo de estos años fui ampliando a otras terapias como son las terapias humanistas, la psicología positiva, la Psicología energética que va avanzando cada vez más, donde pone el foco en las emociones como energía que puede ayudar a trasformar y conseguir bienestar y equilibrio. etc.… son algunas de las que integro en terapia, me fijo en cada persona lo que va necesitando en cada momento.
Siempre me pareció de suma importancia para tener un buen resultado, ir a la raíz o causa de los problemas y no a los síntomas. Los síntomas pueden variar dependiendo de la personalidad (que también la contemplo) y del origen de ello. Pero si quitas el origen verdadero los síntomas se van.
No olvido las emociones, darse cuenta de ellas, no es tarea fácil pero cuando se consigue, el autodominio que se logra es muy beneficioso, al pensamiento se le da mucha importancia, pero las emociones viven con nosotros y contemplarlas, aceptarlas, ect… da un resultado muy positivo.